DAVID RABADÀ i VIVES (Barcelona, 1967), paleontòleg i divulgador científic, es va doctorar en Ciències Geològiques l'any 1995 per la Universitat de Barcelona treballant en diferents projectes científics en el CSIC. Ha publicat multitud d'articles tècnics sent els últims molt crítics amb algunes interpretacions realitzades per l’equip d’Atapuerca. Ha rebut els premis Fundació Eduard Fontseré (1996), l'esment especial en l'UPC de Ciència-ficció (1999), l'Albert Pérez Bastardas (2003), el Premi de Natura Ciutat de Valls (1992 i 1995), el Ciutat de Viladecans de narrativa com finalista (2005) i del Premi Guillem Bellavista també com finalista (2021). Li han publicat els llibres Un Déu per als Ignorants (2000), Les Cinc Cares de la Terra (2005), Educar, educamos todos (2007), Quién fracasó con el Fracaso Escolar (2008), Cristo Mito al Desnudo (2015), COVID19, Crisi i Oportunitats (2020), Prejuicios y Evolución Humana (2020), Evolució a la Terra (2022), La Palma Bonita (2022) i La Mirada de Islandia (2023). Ha estat coordinador i autor en diferents obres com Ciències de la Terra i del Medi Ambient (2008), Històries (2006), Homenaje al Dr. José Gibert Clols (2016), i finalment del llibre La Educación Cancelada (2022). Actualment és professor de Ciències Geològiques, vicepresident de la Societat Internacional de Geologia i Mineria, acadèmic de l'ACVC i cap de premsa de Professors de Secundària.

dimecres, 21 de febrer del 2018

NARCÍS SERRA INMORAL ?


Narcís Serra, quien fue ministro de defensa bajo el PSOE y posteriormente presidente de la extinta Caixa Catalunya, se lucró de esta entidad cuando ésta, en total quiebra, fue rescatada con nuestros impuestos. Aun así, y con una Caixa Catalunya arruinada, Serra permitió pagar suculentas dietas a él mismo y a sus socios bancarios. Cabe recordar que las dietas no cotizan en hacienda y que en nada ponían a dieta a esta nueva aristocracia del S. XXI. Ante estas y otras irregularidades Serra fue llamado a compadecer en 2013 ante el Parlament de Catalunya, luego pasó por juzgados en 2016 y ahora lo hará por tribunal en octubre de 2018. Se ve, y en plena crisis de la construcción, que permitió inversiones monstruosas en inmobiliarias provocando un agujero de 720 millones de euros. El sigue alegando que aunque muchos clientes de la entidad estaban a punto de perder sus viviendas o ahorros, la directiva de Caixa Catalunya, y bajo la supervisión del Banco de España, podían invertir en ello e incrementar los sueldos de los altos directivos. Está claro que entre legal y moral hay una gran distancia. Sólo cabe preguntarse cómo Serra fue nombrado presidente de Caixa Catalunya desplazando a su anterior dirigente. Pues la respuesta parece obvia, nada de meritocracia en económicas y mucho de puertas giratorias en política. Pero el problema es que Serra no es la primera vez que ofrece declaraciones falaces y expiatorias. En 1991, y cuando éste era Ministro de Defensa, afirmó que España jamás entraría en la Guerra de Iraq. Por aquel entonces yo estaba en el ejército y las órdenes eran que si Turquía intervenía, España enviaba tropas de asalto. En fin que Serra alteró la verdad y ahora, y con este proceso, ¿va a pasar lo mismo?

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada

Aquí pots deixar el teu comentari constructiu i per a qualsevol altra tema, ens veiem al camp